jueves, 21 de marzo de 2013

Crónica de un embarazo...


Este ha sido otro más en la lista de embarazos que lleva aguantando mi cuerpo, pero no ha sido igual a ninguno de los anteriores, como tampoco estos se parecen entre sí, a no ser por lo de que en todos se ha gestado un bebé.
Cada embarazo es único y cada hijo que llega también. Todos regalo de Dios y todos maravillosos, pero distintos.

Echando la mirada atrás, cuando las cosas ya han pasado y se empieza a olvidar los malos ratos me doy cuenta de la cantidad de circunstancias por las que he pasado en este camino precioso de ser madre. Y me he animado a dejar aquí un poquito de mi intimidad como madre, con idea de que sirva de ánimo y aliento a otras mujeres que ven cómo cada embarazo se les hace una cuesta arriba por las circunstancias varias por las que tienen que pasar. No pienso que todas pasemos por los mismos trances, pero saber que se pueden superar, a mi personalmente, me anima para seguir adelante.

Cuando voy al médico y me pregunta sobre "embarazos, abortos, vivos"  yo contesto "15-4-11", los embarazos ¿normales?, pues para lo que yo soy "sí".

Y aclaro lo de "normales":  Tengo una incompetencia de cuello uterino que obliga a colocar uno o dos cerclajes antes de las 12 semanas de gestación. Esto limita mi vida un poco, más reposo (en ocasiones total), más miedo a ¿qué puede pasar?... (A pesar de la ayuda del cerclaje he perdido algunos).


Y después de unos meses de cierto miedo llega el momento de estar en un ay. Y tienes ganas pero da a la vez más miedo que vergüenza. A cada hijo que he traído al mundo he sentido más "susto-miedo" según se acerca el momento.
Con los ocho primeros las cosas fueron sin sobresaltos, excepto que desde la semana 34 alguno estaba ya con la cabeza fuera... y esto requiere cuidados especiales para el bebé. Nada grave cogiéndolo a tiempo. Algunos sustos pero superados.
El 9º de mis hijos decidió enseñar primero el "pompis", y como el crío parecía de gran envergadura -unos 4,5 kilitos de peso- el médico decidió que era poco aconsejable dejarle salir a él solo y "raja que te crió", descubro lo terrible de las cesáreas.
El 10º pensó que si el anterior había tenido un transito tan suave no iba a ser menos y tomó la misma postura de culito. Pero lo tremendo fue que la decisión la tomó en el paritorio mientras me quitaban los cerclajes y todo estaba dispuesto para un parto controlado. Pasamos de parto a cesárea controlada y como la menda ya tenía experiencia y sabía lo doloroso del post operatorio no fue tan mala la recuperación ( A todo se acostumbra el cuerpo. A peores expectativas mejores son los resultados).
La bebuca número 11 quiso jugarnos una mala pasada. Esta vez el señor doctor pensó que lo que me iba fatal para el parto era el uso de anestesia epidural y decidió quitar los cerclajes en dos fases (días distintos) para que la cría fuera tomando conciencia de parto y la madre también. Y quiso que fuera yo la que comenzara la dinámica de parto y a pelo (como nuestras abuelas trajeron sus hijos al mundo: con muchos "ayes"). Pero he aquí que Bebuca 11 decidió tomar buen asiento en ese momento y doctor no quiso quitar el 2º cerclaje, ya que en caso de iniciarse el parto este terminaba en cesárea. ¿Y porqué no evitarla? Pues no, bebuca decidió hacer sentadillas en mami y dijo que no salía. "Señora, lo siento. Cambio de planes, esto será la tercera cesárea".
Y como dijo el doctor: "raja que te crió otra vez"... Pero más feliz que una perdiz... 

Preciosa, como los anteriores.
Un regalo del cielo, como todos mis hijos. 
Más alegría y vida en mi casa.

Soy consciente que para muchos es una locura
y para otros una gran envidia.

... Y siete días después "Hoy te quito los puntos" ,"ay, ay, ay".

Ahora sólo falta adaptarnos al ritmo de
"no sueño"