miércoles, 11 de abril de 2012

Ajustarse a los tiempos

Os voy a contar un truquito que me ha venido genial para uno de mis hijos, por si tenéis un problema similar.
Se trata de un niñ@ de 8/9 años. Llevamos años dándole vueltas y más vueltas para ver cómo ayudarle sin dar con nada, pero por fin ¡se ha abierto el cielo!
Caso: niño lento, lento, lento,..., muy lento en la ejecución de cualquier tarea. Es lento para hacer cualquier cosa de la vida corriente, es lento para establecer y ejecutar sus rutinas, es lento en clase para empezar y terminar su tarea. Da igual que se trate de lavarse, vestirse, hacer tareas, la cama, doblar ropa, ir a un sitio o volver de este,..., es lento, es muy lento. Hay quienes son impulsivos y ejecutan con rapidez cualquier cosa, y este es lento. Ni bueno ni malo, sólo una característica que en ocasiones quita la paz a quienes están a su alrededor y por lo general le perjudica en el aprovechamiento del tiempo. Cree tener tiempo para todo y es como si para él no pasara igual que para los demás.

Sólo hay que ayudarle a marcar sus tiempos, a ajustarse a ellos. ¿Cómo hay que enseñarle a "ajustar sus tiempos" a los reales? Preparamos para empezar una lista con las cosas que hay que hacer, por ejemplo por las mañanas, antes de ir al cole: desayunar, lavarme y vestirme. Cada acción tendrá un tiempo estimado de ejecución y el niño apuntará en su lista el tiempo que ha necesitado para hacerlo. De esta manera se da cuenta de que el tiempo sí pasa y va valorando el que necesita para hacer lo que corresponde.
Por la tarde lo ajustamos a merendar, hacer tantos problemas de matemáticas, copiar este párrafo, estudiar tres preguntas de reli, repasar el tema de science, rato de lectura diario... y todo anotado en su lista con tiempos estimados y reales.
Conseguimos que haga sus tareas mucho más entusiasmado, más rápido, hasta con orden y limpieza en la presentación.
Antes tenía que estar detrás para que empezara algo, ahora lo anotamos juntos y doy el pistoletazo de salida, según termina algo me dice : "Mamá ¿qué hora es?" y yo le digo la hora que anota en la lista. 
Desde el primer día va ganando tiempo y me dice: "Antes no tenía tiempo de jugar por la tarde y ahora que lo tengo no sé qué hacer", pero esto no importa, a esto también se aprende.

Está feliz y satisfecho consigo mismo.

De la lista hemos pasado al bloc de notas (ya llevamos 3 semanas de práctica), otro estímulo para seguir por este caminito.

Aunque esta técnica la aplico con uno de los  mínimos estoy segura que a más de un mayor/adulto no le vendría mal hacer lo mismo.

¿Te animas? 

De alguna manera lo practico a diario y no me va mal del todo.

3 comentarios:

María Dolores dijo...

Mañana mismo lo pongo en práctica, pero con una de catorce que me desespera.

Mara dijo...

Bueno, has dado en el clavo con eso de que "cree que el tiempo para él no pasa igual que para lo demás"... Yo tengo un tranquilote que me mata... A partir de esta tarde me pongo con la "libretita" ya te diré. Un beso

mar dijo...

Voy a ponerlo en práctica, yo tengo uno de 8/9 igualito