domingo, 16 de octubre de 2011

Me gusta conducir

¿Cómo no va a gustarme si nací en un 600? Sí , nací en un coche, de los de la época, casi de los únicos que se veían entonces.


Me ha venido este recuerdo viendo una reproducción del coche en miniatura. La verdad es que no creo que esté en mi memoria desde el preciso instante en que asome la cabecita y abrí los ojos. Seguramente lo han dejado grabado mis padres en mi mente a base de contarme lo bonito que fue que un nuevo hijo viniera al mundo. Y aprovechando que te dicen lo mucho que te quieren, la ilusión en tu espera, se les llena la boca detallando cómo fue ese nacimiento.
Soy la cuarta de un montón, y además hija de médico. Dicen que en "casa del herrero cuchara de palo" y en "casa del médico no hay enfermo" y con tantos dichos uno llega a creerse que cualquier molestia o dolencia no es más que exageración. 
Como en todos los partos, mi madre aguantó hasta el final sin queja y, claro, la menda se adelantó a que mamá estuviera medianamente cómoda para ayudarme a salir y salí casi sin pedir permiso. Le pillé.
No he sido la única en casa en  llegar al mundo en un coche. Algunos también tiene prisa. La última de los hermanos se presentó por un frenazo, o fue el frenazo consecuencia del susto de mi padre. No estaba allí y no lo vi. Pero lo que si es verdad es que el susto te lo llevas de igual manera.

Bueno, lo que os decía: ME GUSTA CONDUCIR.
Cuando nací salía de la fábrica de SEAT el 600 nº 1.000.000, cifra redonda y otra casualidad de la vida. Cada vez me gusta más conducir. 

Estoy segurísima de que no sólo me pasa a mi. Recuerdo a la madre de una compañera de colegio, "Arqueruelos", excelentísima donde las haya, conduciendo un 600 blanco (no había mucha gama de colores) con una elegancia que la quisiera para mi. 

Lo bueno de estos coches es que los idearon también para las familias grandes, véase la foto de familia un domingo cualquiera. Hoy en día si pasan de 3 los vástagos tienes que hacerte con un verdadero monovolumen. Y los hay preciosos, con una gama de colores mucho más amplia que el legendario 600 y hasta con radio-CD y aire acondicionado de serie y rueda de repuesto incluida en el maletero. Todo un lujo.
Me gusta conducir, y aunque sólo llevo tres años haciéndolo me lo paso genial, disfruto mucho y me siento la reina del baile. He ganado mucho en comodidad, independencia y posibilidades a la hora de moverme con los míos.

Este es mi coche, el de ahora. Un poquito más grande que el que hizo de cuna al nacer.


La caravana es un añadido que algún día pondré.

ME GUSTA CONDUCIR


4 comentarios:

mistrucosparaeducar dijo...

Pero cabéis todos? Hay coches para doce? Creo que la idea de la caravana no va a ser descabellada.

lulusemua dijo...

No me extraña que te guste, después de lo del parto en el 600, ja, ja... mi padre tuvo dos y los dos verdes (como dices no había mucho dónde elegir). Un besito, lulú.

Mara dijo...

Te entiendo perfectamente... A mi me flipa!!! Me encanta... y lo que es peor, me gusta conducir sola, con mis pensamientos, mi música a tope, mis sensaciones, mi vida para mi solita en mi coche... Me encanta!!! Da una sensación de libertad, de poder, de miles de posibilidades ... absurdas... pero las da!!! Y da un gustazo que te mueres! Te entiendo perfectamente Beatrice, pero perfectamente!!!

Zuly dijo...

Hola Beatriz:
¡Qué linda entrada!
Solo imagino a tu madre pariéndote! qué mujer tan valiente!!
Un abrazo desde Costa Rica,
Zuly Castillo U.