miércoles, 12 de junio de 2013

Glaseado de bizcochos

Todo empezó con la oveja de La mamá más dulce. Me entró la curiosidad por ese glaseado de colores que le ponen a las galletas y pregunté a una amiga, que se le da muy, pero que muy bien la cocina, si ella podía enseñarme algo sobre esto.

Suerte la mía. Me enseñó a hacer la cobertura de chocolate para la oveja y me dio indicaciones de cómo hacer el glaseado y teñir de colores para hacer los adornos.
No llegué a adornar la oveja porque no fui capaz de estirar más el tiempo; pero, pasados unos días, me lancé a hacer mi primer glaseado.

Lo cuento como si fuera una cosa difícil y no lo es, lo complicado es conseguir la consistencia necesaria para luego hacer filigranas sobre las galletas. 

El bizcocho corriente. La receta que más te guste, la que mejor salga, la que sepas, la que te lleve el tiempo que tienes...
Para el glaseado una clara de huevo y 200 gramos de azúcar glasé. Bates la clara y le vas añadiendo el azúcar, añadir más si no coge consistencia, pero creo que con estas cantidades no sería necesario.
Luego teñir con colorante, una gota suficiente para dar color. Con mojar una punta de palillo en el colorante es suficiente. Ojo, no uses el mismo palillo para distintos colores, mezclarías y se estropea.
Si vas a usar glasé de distintos colores primero reparte en cuencos distintos el preparado y tiñe por separado cada uno, según el color que necesites.

Con una pizca de rojo sale rosa y así quedó mi bizcocho glaseado. 


Mis niños dicen que está para 
"chuparse los dedos"


sábado, 1 de junio de 2013

"Taintos" metros - Parte II

La habitación de mis hijas no es inmensa pero es la más grande de la casa (3,25 x 3,58) En esta habitación contamos con una litera y su nido debajo, una cama plegable y una cuna con ruedas. Además hay una librería para juguetes y muñecos. 
Las paredes: irregulares; sólo una es lisa, las otras entre ventana, puerta y armarios, un saliente de un pilar de estructura y otro y otro... no permiten disponer las camas de manera que aprovechemos al máximo los metros que tiene.
Hasta que nació la niña nº 11 aquí dormían 6 niñas, la séptima lo hacía en la habitación de papá y mamá. Cinco camas - seis niñas..., dos compartía colchón, solución pasajera y viable siempre que éste sea de 90 x 190 cm y las criaturas no superen los 120 cm de altura, pero solo temporal.
La idea de Ana Isabel de la que puse plano en la entrada de ayer, aunque era estupenda para sacar rendimiento a la habitación, no contaba con las irregularidades que la mayoría de las habitaciones tienen, ni tenía en cuenta el armario empotrado que ya existe. Y para el presupuesto familiar (inexistente) no era viable.

Hoy si os cuento la solución, nada del otro mundo. Después de sopesar mucho si convenía o no, dejé la habitación como estaba y desplacé a las dos niñas mayores a un "habitáculo" que hacía de comedor de diario, habitación de juegos y manualidades, office, cuarto de plancha, lugar de escape para tocar la flauta (instrumento que odio desde mi paso por el cole) y para cualquier menester que no se pudiera hacer en otra lugar de la casa.

Ahora y de momento tenemos cinco camas para cinco niñas, cosa que han agradecido sinceramente las que compartían camita, pudiendo estirar brazos y piernas, tirar de la manta hacia el lado que más les convenga cada noche, patalear, amontonar peluches y hasta saltar encima de SU CAMA, a pesar de que a Mami no le gusta nada eso de saltar en las camas.


Además han visto cómo se aligeraban los cajones del armario, había perchas vacías en la barra y quedaba libre una balda de la estantería. "Las mayores se van y nos dejan espacio ... espacio VITAL".
Claro que dejan un espacio que en parte cubre la nueva inquilina, que a su vez deja libre un cajón de la cómoda del cuarto de papás tomando posesión de otro más grande y enterito para ella en el armario del cuarto de niñas.
¡Vaya desmelene! ¡Vaya trajín de ropa!, pero todo empieza a tomar asiento en su nuevo lugar.

Las mayores, felices de encontrar un espacio para "su intimidad" mucho más reducido que el anterior pero para ellas solas.

Movieron muebles. Pintaron la pared de ese nuevo habitáculo. Buscaron colchones a muy buen precio. Estiraron al máximo un mini presupuesto para muebles (Ikea les ha facilitado solución de almacenaje). Y de momento nos falta hacer colchas y cortinas para dar un toque más juvenil y personal a esta nueva habitación. 

Además del trajín con camas y ropa, con niñas y sus cosas, tuvimos que re-colocar algunos muebles más. La mesa que estaba en el "oficio" pasó al comedor "elegante" por ser más grande, la que teníamos allí puesta (más pequeña y redonda) pasó a hacer de mesa de centro en el cuarto de estar y la del cuarto de estar tipo mesa-camilla con sus faldas pasó a la nueva habitación de las mayores.

¡Que por mesas no sea!,
que lo que aquí sobra son mesas y sus sillas de compañía,
ahora no se dónde ponerlas.