miércoles, 18 de abril de 2012

Los ojos del Dragón y la servilleta

Stephen King no es uno de los escritores santos de mi devoción, me resultan un poco "raros" sus libros, nada recomendables, excepto un número contado de sus novelas. Una de ellas se lleva el premio, Los ojos del Dragón, preciosa, encantadora, entretenida, con suspense, amor, lujo "bárbaro-medieval". Un cuento de "hadas", de Reyes y de Princesas. Para mi no tiene desperdicio.
¿Y qué tiene que ver esta novela, que me dejó prendada cuando la leí, con la SERVILLETA? Muuuuuuuuuuucho, muchísimo.
 
En la historia, Sasha reprende a su hijo Peter, heredero al trono, por no haber usado la servilleta durante un banquete. El chico no entiende el reproche, y la madre le hace la siguiente consideración: 



-Peter, ¿puedes leer esta palabra?
- Ahí dice DIOS. (GOD)
- Sí, en efecto. Ahora escríbela al revés y mira a ver que descubres.
- PERRO, mamá dice PERRO. (DOG)
- Así es, dice PERRO............ Estas son las dos naturalezas del hombre........ ¿eres capaz de comprender estas cosas?
Peter asintió con la cabeza.
- ¡Magnífico! Ahora dime ¿Acaso los perro usan servilleta?

La explicación de Sasha es contundente, no hay nada de lo que dice que sobre, le lleva a su hijo por el camino que ella considera el mejor.


Me gustó mucho, se me quedó gravado y ayer, cuando todos los niños estaban más alterados que de costumbre, durante el rato de la cena se me ocurrió leerles unas páginas donde relata la cuestión de la servilleta. (Sólo esas, el libro no es recomendable para menores-infantes).

Creo que la lección ha quedado aprendida.

Eso de leer durante la cena de los niños me da buen resultado cuando los ánimos estás "desubicados". Les relaja una barbaridad, les mantiene callados (menos ruido es de agradecer en muchas ocasiones) y aprovecho para educarles (como con una buena conversación pero en esta ocasión con un cuento). Todos prendados, excepto una que se quedó dormida delante del plato y otro que por lo general usa de la historia que le cuentas para jugar con sus manos a sus batallas. Los demás: "público entregado".

Además la servilleta le salva la vida al final del libro, cuando ya apuestas todo a que no hay nada que hacer. La historia merece ser leída.

¿Te vas a quedar con las ganas de saber más?

1 comentario:

Deborah dijo...

Lo he leido y me ha gustado mucho.
Algunos de este autor también son estupendos.