Y los niños tienen que seguir disfrutando por estos pocos días de sus ratos de piscina, que son también esparcimiento para los padres.
A mi las plastilinas me parecen un invento. Siempre les he dejado usarlas en casa con unas normas previas que tiene del todo asumidas (desde el mayor al menor) y que se respetan por la cuenta que les trae.
Y ¿porqué no llevar las plastis a la piscina y pasar la tarde con otros juegos al aire libre?
Pues esto es lo que hemos hecho estos días. Las normas siguen existiendo y la diversión está asegurada.
Quizás a los tuyos les guste la idea
1 comentario:
Por Bilbao hoy hace fresquito (estoy en el sofá con una mantita, je,je...), pero la idea es estupenda. Un besito, lulú.
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