Estuve mirando recetas de repostería para hacer con la Thermomix y pensé que no sería tan difícil hacer unas caracolas rellenas de..., de lo que fuera, la cosa era hacer las caracolas y que la masa se elevara y quedara esponjosa y comestible, rica.
Me lancé con esta receta y no me quedó nada bien la masa, debí pasarme con la leche porque no había forma de despegarme de las manos una masa untuosas, que debía extender con rodillo (imposible) para rellenar, por lo que hice bolitas con unas cucharitas. Le faltaba el relleno y pensé que lo fácil era rellenarlo con una pastilla de chocolate con leche (error, el chocolate de este tipo se tueste mucho por el azúcar que lleva, pero aun así les gustó a los niños)
La presentación no fue lo que debía ser, pero la masa del bollo subió un montón con el calor del horno y quedó esponjosa y comestible.
Para ser la primera vez no estuvo mal pero no me conformo con que salgan las cosas regu y al día siguiente me lancé a repetir las caracolas, esta vez con cuidado de no pasarme con la leche (en cambio me quedé corta con la sal), y si salió la masa, que extendí y rellené con lonchas de jamón (el queso también hubiera sido buena idea) enrollé sobré si y corté con tijera como dice la receta.
Así quedó antes de hornear. Bonito, ¿verdad?
Y estas fueron las caracolas-espirales después de pasar por el horno.
Con las claras batidas a punto de nieve (las que no usé) y un montón de azúcar hice unos merengues a los que añadí una cucharita de café soluble (batí un poquito más con cuidado para que no bajaran) y gratiné. Quedaron riquísimos.
Está claro que hay que meterse en la cocina, cubrirse de harina y disfrutar, pueden salir cosas muy ricas.
2 comentarios:
Que buena pinta!!!
Por aqui ya se esta acabando el verano, y realmente apetece experimentar en la cocina..
un beso
Pues tienen buena pinta!
Tomo nota de la receta.
Besos!
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