En su correo me decía: "Encendí el horno, desenrollé el hojaldre, jamón troceado, bien de queso, y... unas salchichas que llevaban dos semanas abiertas. Doblo la masa, la pincho y la "pinto" de huevo azucarado.
Mi sugerencia no está en incluir las salchichas a la receta prestada de Ana, sino en la gestión que una hace de los recursos... Es decir: estamos en crisis, tengo gusanillo, quiero empanada, enciendo el horno... ¿solo para una empanada? ¡Ni de broma!
Lavo unas patatas, a las que previamente hemos amputado piernecitas y bracitos (llevan desde Navidades en el cajón). Sin escurrir mucho, las "embadurno" en sal, las pincho con un tenedor, y las envuelvo en papel aluminio.
En un rincón de la bandeja entran junto con la empanada al horno. Una vez dorada la empanada, apago el horno y la saco, pero dejo las patatas dentro para que aprovechen la inercia del calor.
Aprovecha que enciendes el horno, para cocer otros alimentos tales como: hojaldres rellenos (primer plato o aperitivo) patatas asadas (guarnición del segundo), manzanas con azúcar (postre) magdalenas (merienda)..."
Te ha quedado genial, querido lector.
3 comentarios:
Me parece genial la idea de la empanada así... Me encantan las recetas que cuelgas, porque son sencillisimas y para toda la familia... Yo triunfo bastante con los espaguetti medusa. Un beso
Muy rica la empanada y muy cierto el consejo.
Hay veces que encendemos el hormo para una cosa pudiendo aprovechar el calor para tener lista no solo el almuerzo sino la merienda y el postre...
un besote
Tienes toda la razón, genial el próximo día que haga magdalenas, haré una empanada pero de huevo, tomate, atún... uuum que rica!
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