Y es que este tipo de entretenimientos no le hacen ningún bien, por que luego es tal la alteración de sus nervios (no hay manera de separarle de la pantalla y las teclas) que consigue poner los míos de punta y sacarme de quicio. No hay forma de mandarle de buenas al cole por la tarde. Para él nada bueno.
El año pasado le tenía entretenido contándole historias que sacaba de libros, ideando planes para el fin de semana, hasta "tricotando", hacía lo que buenamente podía y él lo agradecía.
Pero este año el niño es un año mayor, roza la "pre-adolescencia" y esas técnicas no le van.
Hoy he descubierto (en realidad lo he comprobado este verano - al crío le gusta ayudar en las tareas domésticas) que el darle trabajos de tipo manual es de su agrado y además me ayuda en casa.
En plena guerra dialéctica por conseguir el aparato electrónico le he propuesto:
¿Me ayudas?
¿A qué?
A colgar las cortinas que he lavado
Vaaale!!!
Pero primero hay que limpiar los cristales
GENIAL!!!
Y ahí lo tenéis, haciendo tareas en la sobremesa.
3 comentarios:
Qué bien que estés de vuelta por aquí!
Vaya joya de niño!!! Ya me gustaría que el mío mayor se prestara, pero no hay manera.
Yo también los tengo enganchados a los dispositivos electrónicos. ¡A lo dos! Vaya guerra tenemos montada. Harta de sus perretas les he asignado el viernes como día de pantallas. Todavía me la montan parda cuando les niego su tesoro, pero en cuanto se les meta en la cabeza que sólo van a poder jugar los viernes seguro que la cosa mejora ¡O esa es mi esperanza!
¡Buenísima idea!.¿Has dado ya a luz? ¿Ha sido chico? ;) ¡Un besico guapa!.Elena.
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