Club de Montaña (B.O. II)

Seguimos con nuestra celebración B.O., en esta ocasión sólo contaros los planes al aire libre (la verdad es que todos los hicimos al aire libre, fueron unos días estupendos de temperatura).

Por las mañanas CLUB DE MONTAÑA, capitaneado por el mayor de los hermanos y arrastrando a todOs los chicOs de la familia (incluidos los de 3 años recién cumplidos), marcha por la montaña (sierra de Madrid) con baño no programado en pozas, ríos y charcas inmundas de las que no enseño fotos porque creo que se ven más calzones que otra cosa.

Volvían a la hora de comer, muertos de calor, agotados por el arrastre de los mínimos y deseosos de un rápido chapuzón en la piscina y sentarse a la mesa a degustar los manjares que cada día nos ocupábamos una de preparar. (nada de otro mundo: macarrones, arroz, ensaladas, salchichas, pollo o huevos).

Mientras, las chicAs disfrutamos la piscina, del sol y de los juegos acuáticos que consistían ni más ni menos que en "bomba va" y "aguadilla que te tocó".

 
Una mañana los mayores nos dejaron a la chiquillada colgados del plan, porque querían que su escalada fuera más fuerte, cosa que con criaturas de 3 a 5 años se hacía complicada. De esta manera les montamos el plan de Club de Montaña pero con SENDERISMO. Les entusiasmo el paseo porque no hacíamos más que buscar las "huellas del tigre", que resultaba ser cualquier piedra un poco enterrada en el suelo. ¡Emocionante! En el camino historias de aventureros por la selva, animales salvajes y mil cuentos más que iban surgiendo por el camino.

 
A modo de sobremesa, partidita de MONOPOLY que hizo furor entre los presentes, manteniéndose la jugada hasta bien entrada la tarde o caída la noche. No había quien les levantara el tablero.

Conseguimos que se organizaran los niños lo suficiente para hacer un juego Gymkana, tres equipos marcados en la muñeca con cintas color flúor y cada integrante del grupo con un nº del 1 al 5. Un montón de pruebas que les tuvieron entretenidos toda una tarde.

Y por las noches cine en pantalla gigante (pared de 5x5 metros sin exagerar) y peliculones, vídeos montaje con recuerdos de familia acompañados de chuches a tutiplén y para terminar la velada con alboroto, música pachangera.

La verdad es que han dado mucho de sí y han sido estupendos, para los padres celebrantes, los hijos y los nietos (estos últimos han disfrutado más que ninguno, claro).

Otro día algunas de las manualidades de las niñas