En su correo me decía: "Encendí el horno, desenrollé el hojaldre, jamón troceado, bien de queso, y... unas salchichas que llevaban dos semanas abiertas. Doblo la masa, la pincho y la "pinto" de huevo azucarado.
Mi sugerencia no está en incluir las salchichas a la receta prestada de Ana, sino en la gestión que una hace de los recursos... Es decir: estamos en crisis, tengo gusanillo, quiero empanada, enciendo el horno... ¿solo para una empanada? ¡Ni de broma!
Lavo unas patatas, a las que previamente hemos amputado piernecitas y bracitos (llevan desde Navidades en el cajón). Sin escurrir mucho, las "embadurno" en sal, las pincho con un tenedor, y las envuelvo en papel aluminio.
En un rincón de la bandeja entran junto con la empanada al horno. Una vez dorada la empanada, apago el horno y la saco, pero dejo las patatas dentro para que aprovechen la inercia del calor.
Aprovecha que enciendes el horno, para cocer otros alimentos tales como: hojaldres rellenos (primer plato o aperitivo) patatas asadas (guarnición del segundo), manzanas con azúcar (postre) magdalenas (merienda)..."
Te ha quedado genial, querido lector.
Me parece genial la idea de la empanada así... Me encantan las recetas que cuelgas, porque son sencillisimas y para toda la familia... Yo triunfo bastante con los espaguetti medusa. Un beso
ResponderEliminarMuy rica la empanada y muy cierto el consejo.
ResponderEliminarHay veces que encendemos el hormo para una cosa pudiendo aprovechar el calor para tener lista no solo el almuerzo sino la merienda y el postre...
un besote
Tienes toda la razón, genial el próximo día que haga magdalenas, haré una empanada pero de huevo, tomate, atún... uuum que rica!
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